miércoles, 18 de octubre de 2017

DIÁLOGO ENTRE PRÓFUGOS

Resulta que en otra de sus excéntricas premáticas, S.S. Francisco ordenó la salida de veinte convictos para llevarlos a cenar consigo al interior de una parroquia boloñesa convertida a la sazón en taberna, y que dos de ellos, aprovechando la confusión nocturna y la increíble confianza concedida por los guardiacárceles a instancias de la proverbial misericordia del romano pontífice, se dieron a la rauda fuga. ¡Desagradecidos! Un testigo privilegiado pudo escuchar la siguiente conversación entre los prófugos, mientras ambos fumaban reposadamente sus toscos cigarros al pie de la torre degli Asinelli.


- ¿Este pontífiche é así porque é arquentino, o porque está imbebido de modernismo hasta el tuéstano, me podés decire? ¿É cierto lo que alcuno dícono, que hay dos Franchesco, que uno é el que anda con lo arrumacos a maometes e cudíos, el que dice "quien soy cho para cusgarre" ni que sea a lo mosesuales, e que el otro é un temíbile tirano e un "compadrito", como le dícono en Bóeno Sáeres a lo buscapleitos? ¿Sono dos persona distinguíbiles, o é un caso quilínico de "disdoblamiento de la personalitá"? ¿O más biene é un histrione, un hypokrites, un hombre de teatro? ¿É como un Cano bifronte por enfermedade, o por cárculo?

- E cho que sé... Dícono que así hacía el quenerale Perón, que quería hacerse amigos a destra e sinistra, que no le negaba sonrisa e embeleco a nadies, pero que era como un nene malecriado en lo íntimo de su reales aponsentos. Lo sicólogo háblano de "narchisismo patolóquico", e que é piore que la peste. Sono personalidade que paréceno piola, macanuda, como dícono lo porteños, quente que le gusta andare con la quente, pero que úsano a lo otros para su proprio fines. Sono manipuladores muy astutos e temíbiles, e se rivélano como realemente sono cuando se enocan, e se enocan cuando alcuno les estorba lo planes.

- Mamma mía... Meno male entonce que nos escabuchimos del convíteno. Cho que no le tengo miedo a nada, que maneco el revólvere da cuando tenía dódiche años, le veo a éste un risplandore feo en lo' ocos que me da terrore. Parece el caporale de la camorra.




- Aparte, cho no voy a entrare en la iglesia así nomase. Despué de mi primera comunione, que vino mi tía Assunta de Calabria a verme, e que vinieron mi primos de la campaña, despué de eso no entré más, e cho sé que esiste el pecado y la mala voluntade por espiriencia propria, anque lo cura modernos me dícano que no, que somo todo buenos. E sé que hice mucha cosas que a Dios no gústano, e no soy tanto fachatosta e caradura de sentarme a comere sangüichitos delante del sagrario. Cho robo a punta de pistola, pero en mi casa me insegnaron el rispetto. No sé cómo se lo permítono al Franchesco ése, no sé como Dios no le manda un lampo o relámpasgo del cielo.

- Lo deca que colme la medida para que pase lo que se diche de la grande puttana en el Apocalinse, «el cáliche que os dio a bebere, que se lo beba tresdoblado». Esto se créeno que uno é idiótano, que uno no tiene conciénciano, que uno no sabe que hace el male líberamente, e que uno no tiene ni un poquito así de vergoña como para ir a profanare la casa de Dío. É la machore paradoca de esta cabezas confundidas, que háblano del primado de la conciénciano e despué la niégano nei fatti.

- Tiéneno todo revuelto en lo sesos, donde la natura y la gracia les parece la mesma cosa. Despué le dícono pelaquianos a los que trátano de secundare a la gracia, a los que se mortifícano e háceno alcuna penitenza. Sus enchíclicas, ópera magnas del equínvoco, dícono cosa come: «mediante la encarnacione, el Hico de Dios se ha unito en cherto modo con cada hombre, con cada uno se ha unito Cristo para sempre camás». E la vita, de drama qu'era, se converte ora en una comedia o un entremese. La questacione o el nacimento del hombre é iguale a su redencione, e'l batismo non é masse nechesario. Toda la reliquiones condúcheno a Dío.

- Que se lo cuénteno a su agüela. Esta quente, como todo lo hicos de la rivoluzione, cospírano contra sí mísimos, son autodistrutivos. Despué de toda esa querga pseudo-psilosónfica viene la apostasía de los sencichos, la baca tasa de batismo e de matrimonios, e la siete redomas del Apocalinse. E cho digo más: l'aumento de la criminalitá en la sociedade, e de lo sucidio, e toda la miseria cunta, todo eso tiene por causa formale la defezione del clero. Sígano escribiendo macanas que van a empezare a volar lo misile intercontinentales.

- Franchesco con su ocurrencias é un equemplo vivo de ese apetito aniquilatore. Que nos largue a nosotro, que fuimo calificados de "socialemente periglosos", é todo un signo. ¿O qué se creíbano? ¿Que despué de la funcione para la cámaras íbamo a volvere tranquilamente tra la recas? ¿Que íbamo a prestarle a Franchesco nostra traquinada humanitá para que lo apláudano en todo el mundo sin recibire más que un po' de comídano y un vaso de vino? Piensa iguale que lo demagongos del conurbano, pero acaba liberando periglos en la vía pública, pior que Pandora. No tuvo en cuéntano que nosotro somo más furbi que su votantes.

- Aparte del rédito que espera ottenere de su questos demagóquicos, cho creo que lo hizo esprofeso. L'abolicionismo é consecuenza de toda la dotrina envelenada que suscríbono. Si no hay inferno o está vacío, ¿para qué castigare a lo malandrines aquí en la terra? La nocione de custicia é anticuada, ossolenta, e debemo andare avante con lo tempos, que córreno como la liebre y el galgo, como el vento. E éste é un ventarrone que abre la cárceles e suelta a lo convíctonos a disfrutare del futuro promisorio. Su macaderías evolucionistas asimílano su famoso Punto Omega con el Magno Chaos.

En este instante de sus animadas pláticas, una mano robusta se les posó en los hombros, reclamándoles la vuelta al presidio.

- [El agente de policía] No me dígano que no son ostedes, lo prónfugos Rino Pipistrelli y Salvatore Costacurta. Los reconocí por l'identiquís. Hay que volvere a la ergástola, donde los confinó la legalitá burlada ma non troppo. Vamo, vámose... [empujones]

- ¡Eh, eh...! Si estamo aquí, aprovechando la fresca, é por el auspicio de Papa Franchesco, qui solvet vincula. Osté tiene que sabere que entramo en lo tiempos de la misericordia, e que Papa Franchesco nos dio un salvoconduto para ire a fumare un cigarro al esteriore cuando queremo, libre como lo pácaros. ¿No sabía osté que Franchesco incorporó a la dotrina católica l'enseñanza de Michel Foucault sobre la cárcele, e que la hizo ojeto de una síntesi amirábile con la teoría de las tres edade del de Fiore, todo el concunto respaldado en su ghost writer, el Tucho Frenández? ¡Eh! [más empujones]

Y aunque por conveniencia intentaran ahora el panegírico de Francisco los mismos que un momento antes lo ponían en sus trece, todo por ver si esto surtía algún efecto favorable a su amenazada libertad (este camaleonismo también lo mentaba al pontífice), el agente no parecía dispuesto a dejarse influenciar por el joaquinismo de un par de reos ni por las pamplinas del clero conciliar. Más bien a empujones, palos y puntapiés bien asestados, les demostró la congruencia de la pena con el delito, y los devolvió a aquel oscuro rincón tan representativo del purgatorio, de donde ciertamente no se sale hasta haber pagado el último centavo.